Suspiros a las estrellas.

El miedo grita a mi alma. Guardo nuestros recuerdos en el olvido, encierro tu sonrisa en lo prohibido.

La mala suerte toca la guitarra en la noche, y mi llanto la acompaña, los búhos escuchan. La impotencia guada silencio y se encierra en sus pensamientos. Necesito ayuda para encontrar mi inocencia perdida, pero solo se ofrece la razón. Los bosques me arañan, grito a tu presencia, el dolor canta en el sielencio.

Esto sobre pasa los límites del conceto que tenía como mal día.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                          

El llanto de la lluvia, y la risa de las brujas.

Ahora el tiempo ha hecho efecto, así como la nieve ha cuajado.
Mis palabras hablan en un idioma desconocido para tus oidos. Las brujas han vencido, han cogido mi felicidad,  y mi sueño, y se han ido volando. Te he pedido ayuda, pero la risa de las brujas te impide oír mis palabras. Sueño con mi sueño, y deseo mi deseo, pero se alejan y  la razón se acerca.

Voy corriendo hacia tu presencia, pero tengo miedo de que sea demasiado tarde.

La lluvia atraviesa mis recuerdos.

Llevo una maleta vieja llena de lágrimas congeladas. La risa ríe en las calles de Madrid, y en mi corazón, el deseo de alcanzarla. El miedo ha conquistado mi alma, dando la mano al dolor. Mil suspiros  hacia el miedo, se pierden en una noche nevada. El miedo nubla mi felicidad, rasga mi sonrisa, me quita la calma, perturba mi calma.

Mi sonrisa de la mano con su presencia.

Salimos de la clase solo nocotras dos, cuando ninguna mirada era capaz de alcanzarnos. Bajamos las escaleras correteando y riendo sin razón. La felicidad bailaba a nuestro alrededor. Vimos las lágrimas de un anciano, y oimos la risa inocente de un niño. Salimos a la calle. El viento se divertía haciendo olas con nuestro pelo. La luna nos susurraba. Miradas indiscretas nos alcanzaron, guardamos en la mano un poco de agua de mar, que se escapó volando entre los dedos y la risa volvió a reinar. Vimos el horror del mundo, pero nos alejamos de todo con los ojos cerrados y dadas de la mano.

Un tic tac insoportable.

Cuatro suspiros en el aire, y un sueño muy lejano. Ya solo existen miradas y sonrisas, no quedan palabras. Y tan solo quiero parar el tiempo, pero nadie comprende mis sentimientos. El tiempo desgarró mi pasado, y colocó mi presente, espero que no me quite tu presencia, que no me quite mi presente. Tan solo un tic tac insoportable, en medio de una oscuridad silenciosa. Orfeo canta en la noche, y los lobos aullan a la luna, mientras, las manecillas del reloj no se detienen, y el tiempo me arranca el presente y me entrega un futuro borroso.



Si supieras lo que escondo en as miradas no dejarías que se movieran las agujas del reloj.

La sonrisa de la luna.

Los suspiros rasgan el silencio, y las olas del mar se han llevado mis lágrimas de la arena. Las sonrisas tiemblan, el pelo ondea, la calma arrancó a la tristeza de mi alma. El silencio se oye en la nada. Ahora mi barca navega por el campo, y ahora mis sueños se carcan volando. Su presencia me roba la razón,  rescata a mi  alma del olvido. Ahora los suspiros no tienen sentido, pero sí lo tienen las miradas. Ahora  se pueden ver las sonrisas, pero no tocar las lágrimas.
Desde donde ni los pájaros vuelan, desde aquí escribo.

Has apagado las estrellas.

La nada es mi hogar, que es la casa deL silencio. No existen sentimientos, solo dolores tremendos. No existen corazones, solo heridas en el pecho. Mi sueño es una barca vacía en medio del mar a la deriva.  Mis pasos no andan, mis palabras no hablan, el silencio me sonríe. El rastro de mis lágrimas refleja el brillo de las estrellas. El tiempo dio la mano a mi sonrisa, que se dejó llevar. Las estrellas han dejado de brillar, y ahora mis lágrimas reflejan tu mirada.

La melodía de mi llanto.

Veo el reflejo de mi vida en el agua, la trsiteza pellizca mi alma, el viento suspira al tiempo y mi alma grita. La calma ha desaparecido. El dolor está en tu palabras y en mis oídos. En mis manos está la nada, mi corazón está vacío. En mi aliento está escrito el dolor que he sentido. La trsiteza se respira en el ambiente, y de mi corazón se oyen los latidos. Escondo dos suspiros entre el rímel y me quedo un tercero entre los dedos de la mano. Me ahogo en el mar, me hundo en mis pensamientos, y sueño  mi sueño. Tu sombra me sonríe mientras tu presencia me olvida. Yo me subo a este tren, y ya vreré lo quepasa después.